BUENOS AIRES, Argentina - La canciller argentina Susana Malcorra defendió el miércoles el giro de la política exterior argentina hacia una relación más cordial con Gran Bretaña tras años de confrontación diplomática aunque aclaró que el país sudamericano no cederá en su reclamo por la soberanía de las islas Malvinas.

"De ninguna manera estamos cediendo en el principio de la soberanía sobre las islas Malvinas", aclaró la canciller ante la comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Senado, a la cual fue convocada para informar sobre el comunicado conjunto firmado el pasado 13 de septiembre con Alan Duncan, ministro de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Commonwealth, en el cual ambos países manifestaron su voluntad de iniciar una nueva etapa en la relación bilateral.

"Estamos convencidos que en lugar de una estrategia de confrontación, como interpretamos se ha tenidos en los últimos años, vale la pena abrir espacio de diálogo para encontrar formas de aproximación que nos facilite eventualmente una solución al tema de fondo", explicó Malcorra.

En lo que se anunció como un primer paso para descongelar las relaciones diplomáticas, Argentina y Gran Bretaña expresaron su voluntad de cooperar en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado; ciencia y tecnología, derechos Humanos y cuestiones de Género; comercio e inversiones; seguridad Internacional y defensa y crisis de los refugiados, entre otros temas.

En lo referido al archipiélago situado en el Atlántico Sur, acordaron establecer un diálogo para mejorar la cooperación en "todos los asuntos de interés recíproco", pero bajo la fórmula de soberanía establecido en la Declaración Conjunta de 1989, por el cual ambos países no dejan de reclamar como propio el territorio en disputa.

Argentina resultó derrotada en la guerra de 1982 contra Gran Bretaña por la soberanía del archipiélago que los ingleses llaman Falklands. Las islas están habitadas por unas 3.000 personas que se han manifestado a favour de que sigan siendo consideradas territorio británico de ultramar.

Este principio de acercamiento con Gran Bretaña generó fuertes críticas desde la oposición ya que en uno de los apartados del comunicado ambos países se comprometieron a "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos".

Esta postura del gobierno del presidente Mauricio Macri es opuesta a la de su antecesora Cristina Fernández (2007-2015), bajo cuya gestión se aprobó una ley para penalizar a las empresas británicas que exploren hidrocarburos en aguas del archipiélago.

"Si en algo se tuviera que avanzar en un cambio en la legislación vigente porque es parte de un acuerdo más macro que lo justifica, lo someteremos a consideración de este Congreso. Esta declaración (firmada con Duncan) es un primer paso de una posible hoja de ruta, no hemos avanzado en más detalles", detalló Malcorra.

Cuando un senador le recordó la fallida política de seducción con los isleños que llevó adelante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), Malcorra respondió que "no creo en la política de seducción. Creo que diplomacia es sentarse con el otro y, teniendo en cuenta los intereses del país, tratar de buscar diagonales para encontrar soluciones".

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